Casco de trabajo: qué tener en cuenta para la elección ideal
No es necesario elegir: con las soluciones adecuadas, comodidad y prestaciones se combinan.
El uso de cascos de protección durante los trabajos en las obras es fundamental para la seguridad de los operarios. Sin embargo, un casco de trabajo no solo debe ser una barrera contra los riesgos físicos, sino también una herramienta cómoda que permita trabajar durante muchas horas sin perjudicar el bienestar del trabajador.
Si están mal diseñados, los cascos pueden provocar una serie de problemas de salud a largo plazo, como cansancio muscular y dolor cervical.
A continuación, se presentan algunos factores clave que se deben tener en cuenta para garantizar que un casco ofrezca no solo protección, sino también confort y ergonomía.
Proteger del estrés en el cuello y los hombros
Un aspecto que a menudo se subestima es el impacto del peso del casco de seguridad en el cuello y los hombros. Los accesorios externos, como viseras, protectores de oído y luces, si son demasiado pesados o están mal equilibrados, pueden aumentar el estrés muscular en la parte superior del cuerpo.
Cuando se usan durante períodos prolongados, estos accesorios pueden cansar el cuello y los hombros y, en consecuencia, provocar molestias e, incluso, lesiones. Por lo tanto, es importante elegir accesorios ligeros que se integren perfectamente en el casco para reducir la carga adicional y garantizar un mejor equilibrio.
Estudios recientes sobre la ergonomía de los EPI han demostrado que el peso del casco está directamente relacionado con la actividad muscular del cuello. Un aumento de peso de 0,5 kg puede provocar un incremento significativo del dolor cervical, con síntomas que pueden ir desde molestias leves hasta problemas crónicos. Así pues, elegir un casco de trabajo ligero con accesorios integrados, en lugar de añadirlos externamente, puede reducir considerablemente el estrés físico y mejorar el confort durante toda la jornada laboral.
Ventilación adecuada
Un problema común entre los cascos menos avanzados es la falta de ventilación adecuada. Trabajar bajo el sol o en ambientes cálidos puede provocar un sobrecalentamiento de la cabeza, lo que a su vez produce una disminución de la capacidad de concentración y un aumento del riesgo de accidentes. Un casco de trabajo mal ventilado puede convertirse en una molestia bastante grave.
Según un estudio realizado por el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH), un calentamiento excesivo de la cabeza puede reducir el rendimiento mental hasta en un 25 %, lo que aumenta la probabilidad de errores.
Los cascos con tomas de aire bien diseñadas, ubicadas estratégicamente para facilitar la circulación del aire, pueden prevenir la acumulación de calor y mejorar el confort.
Una buena ventilación no solo reduce el riesgo de malestares relacionados con el calor, sino que también contribuye al bienestar general del trabajador.
Molestias por presión
Muchos trabajadores se quejan de molestias relacionadas con la presión ejercida por los cascos en la cabeza, causada, a menudo, por correas mal ajustadas o por un acolchado inadecuado. Esta presión puede provocar migrañas y dolores locales que, a largo plazo, pueden afectar negativamente la productividad. Un casco de trabajo ultraligero, diseñado para ofrecer el máximo confort, debe tener un acolchado ligero y lavable y sus correas se han de poder ajustar para que se adapte a las diferentes formas de cráneo.
La distribución del peso y de la presión es fundamental: los cascos con estructura interna en forma "de araña", al distribuir uniformemente el peso en la cabeza, reducen de manera significativa el riesgo de molestias.
El acolchado lavable también es una ventaja importante, ya que permite mantener el casco en buenas condiciones higiénicas y confortable.
El peso importa
Sin embargo, el factor más crítico sigue siendo el peso del casco de trabajo. Según las normas europeas, los cascos industriales (EN 397) pesan de media entre 300 y 450 gramos, mientras que los cascos de altas prestaciones pueden llegar a pesar 600 gramos. En general, un mayor peso ofrece una protección mejor, pero gracias al uso de materiales tecnológicos avanzados, como el policarbonato o el ABS (acrilonitrilo butadieno estireno), es posible obtener un casco de trabajo ultraligero sin perjudicar la seguridad.
Los cascos ligeros reducen la fatiga muscular y aumentan la movilidad. Un casco de seguridad como el PROTECTOR de Rothoblaas, hechos de ABS resistente y certificado CE – EN 397, solo pesa 385 gramos. Esto lo convierte en una excelente opción para quienes buscan un buen equilibrio entre protección y confort. Además, gracias a su acolchado interno extraíble y lavable y a sus tomas de aire optimizadas, es ideal para quienes trabajan en ambientes cálidos y húmedos.
Ergonomía y reducción de peso
Un buen casco no solo debe proteger la cabeza, sino que también debe estar diseñado ergonómicamente para reducir el estrés en el cuerpo. El dolor en el cuello es un problema que afecta a muchos trabajadores del sector de la construcción. Según la escala de diagnóstico del dolor, los cascos con un peso de entre 0,75 kg y 1,5 kg pueden provocar un dolor cervical de intensidad 6 sobre 10.
Los cascos ligeros y bien equilibrados, como los que ofrece Rothoblaas, reducen de manera significativa estos riesgos, ya que mejoran la postura y el bienestar general del trabajador. Un casco de trabajo ultraligero representa una elección estratégica para quienes trabajan en condiciones difíciles y durante períodos prolongados.
Confía en los EPI de Rothoblaas Solutions for Safety, diseñados para combinar prestaciones y bienestar en el trabajo diario de los profesionales de la construcción, la industria y los trabajos en altura: explora aquí la sección dedicada a estos equipos.
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Detalles técnicos
- País:
- Any
- Productos:
- PROTECTOR ARCH